CONCURSO LITERARIO 2010
PRIMER PREMIO PROSA
SEGUNDO NIVEL
MI PRINCESA ETÉREA
¿Qué es el miedo? Deben matar para sobrevivir. Son los miedos, tus fobias. Recorres la casa cerrando cajones y puertas. La tentación de mirar debajo de la cama como cuando eras un niño. Te acuestas y el silencio es absoluto. Algo se mueve en una esquina, lleva cuidado.
(Noche 1) Entró temblando de frío en su habitación. Su cuerpo era el fuego de una vela y el mundo alguien que desea oscuridad. La oscuridad no era total y por eso se sumergió bajo sus sábanas. La muerte se le hacía cercana, casi un arte. Sus manos recorrieron su cuerpo intentando darse algo de calor. Por sus piernas, sus caderas, su barriga, sus senos, sus hombros. Le pareció oír que la puerta se abría. Se destapó bruscamente pero ahí no había nadie. Le dolía tanto que no prestó atención a quien se arrastraba por el suelo, se levantaba y entraba a compartir su cama. Otras manos recorrieron su cuerpo. Por sus piernas, su caderas, su barriga, sus senos, sus hombros.
-Aquí estoy contigo pequeña, no estás sola...-Murmura una voz de mujer. Hay cosas que es mejor no oírlas.
(Noche 2)Alicia se sentía en una frontera y su angustia crecía y la bilis subía por la garganta. Cerró los ojos fuerte hasta que se encontró en ese momento en el que no eres del todo consciente de la realidad, ni de quién proyecta su fantasma sobre tu cama. Algo se mueve, puede que sean imaginaciones suyas. Pero ese algo se mueve y se desliza de nuevo en su cama. Alicia se estremece en sueños.
-¿Quién eres?-Pregunta apunto de dormirse.
-Yo no te voy a dejar sola. Me quedaré contigo mientras tenga donde agarrar...-Y Ella agarra fuertemente las caderas de Alicia.
(Día 27)Conforme se va poniendo los pantalones se da cuenta de que algo falla. Le vienen grandes.
-Es imposible me los compré hace nada...- Su mirada recae en la báscula del rincón que nadie utiliza. 50 kilos. Se asombra. Hace un mes eran 55 y había comido de sobra como para engordar un par de kilos más. Era imposible.
-A veces las básculas se equivocan...-Pero solo las que están rotas.
(Noche 25)Diario de Alicia: Pierdo peso aunque coma. Noto unos ojos en mi nuca. Tengo miedo.
(Día 43)-¿Quién eres?
-Tu hada madrina.-48k.
(Otro día más.) Las doce. Ella aparece de nuevo.
-¡Vete, quiero que te vayas, vete, vete, vete!- le grita.
-Aún tengo donde agarrarme, no me iré.-44k
(Día de lluvia)-Mírame, mírame, mírame ¿Qué ves?
-¡No lo sé!-Responde llorando Alicia. El rostro es incompleto. 40k
(Noche) Se resfresca la cara con agua. Se volvería loca. Necesitaba librarse de aquel monstruo. Alquien entraba en la casa. Endiablada corre hacia su madre.
-Mamá, mamá, mamá...- Las lágrimas caen por sus mejillas
-Tengo prisa Alicia.
-Hay algo, alguien...Ayúdame-Alargó sus brazos hacia la mujer.
-Deja de hacerte la víctima Alicia ¡Cómo finges! Podrías ser una maravillosa actriz.-Se marcha. Se ha quedado sola en la casa.
-Alicia...-susurró una voz casi infantil- Has intentado huir.-El miedo paraliza. Pasa sus dedos por el pelo -¡No vuelvas a hacerlo! ¡Todo lo que hago es por ti!-Los dedos se aferran y estiran con fuerza. Le arrastra por todo el pasillo. Alicia gritaba. Pero no hay nadie que te oiga cuando estás sola en una casa. La entró con fuerza en el aseo y la arrinconó como a una presa.-Somos amigas ¿no? Alicia. -Silencio.- ¿Lo somos no?- Su víctima asiente.-Entonces ven ¡Que vengas!- Le agarra y la estampa. Presiona con fuerza la cabeza de Alicia y pequeños trozos de espejo se clavan en su frente. La sangre cae casi hermosa. -Hasta que no tenga donde agarrarme...-Susurra en su oído.
(Los días se pierden)Vete. 38k.
(Día)Vete.35k.
(Día)Vete.34k
(El día) ella la ha consumido completamente. Ella es su mundo ahora. Ellas y sus infames trucos que la quieren volver etérea. Ella se aproxima. Se funden en un abrazo. Alicia hunde el cuchillo en la espalda. Un odio intenso. Lo saca sin llegar a ser la herida mortal. Agarra del cuello y la estampa contra un espejo, como Ella hizo. Los golpes son furiosos y repetitivos. Cae. Alicia corta bellamente el cuerpo. Dibuja flores y luciérnagas. La sangre sale lentamente para caer aún más lenta. Le saca aquellos malditos ojos que se clavaban en su espalda día tras día. Entonces Ella se levanta y agarra la mano de Alicia que sostiene el cuchillo. Se clava el cuchillo en lo más profundo de sus entrañas. Cae y arrastra consigo a Alicia. El vino de sus vísceras se derrama caliente sobre el suelo. El rostro de Ella va tomando forma. La ve y se ve.
-Mírate princesa, estás más bella que nunca...-Alicia muere frente a un espejo.
El funeral había sido breve y las cenizas arrojadas al mar. Nadie habría querido ver aquel cuerpo, todo hueso, de cicatrices en un ataúd. No se dio cuenta de la sombra que no era suya y no sintió un escalofrío hasta que una mano le agarró. Observó aquel cuerpo sin nada donde agarrarse. Su hija muerta le clavaba el alma. No hay huidas que valgan.
-Mamá, siempre me he preguntado...¿Qué se hace cuando no queda nadie que te salve de ti misma?-Tragó saliva.-No solo ayudaste a matarme sino... ¿Sabes qué? Que estás gorda, muy gorda...
Laura Serrano Pascual