¡Qué lata!
Mi mundo un gran lugar y yo un simple objeto de usar. Me cogieron, me abrieron, me vaciaron de lo único que me hacía importante para luego tirarme, no a la basura sino al suelo donde de día el sol quema, la lluvia moja y por la noche las cosas desaparecen y la oscuridad te come.
Hace mucho tiempo que me usaron y me tiraron. Al principio piensas que eres libre, porque nadie te tiene, nadie te encierra, pero no, esto fue lo peor, ya que me patearon, me usaron de balón y me privaron de la tranquilidad de no tener que moverme.
Lo he pasado mal pero también he podido ver el mundo, he viajado por ríos, he estado en lugares inmensos, he llegado lejos, muy lejos..., y he reído aunque no tengo boca. Soy una simple y pequeña lata de coca cola que he sabido vivir en un mundo grande, con cosas grandes y personas inmensas.
María Mercedes Tomás Diver 1
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