Hoy, primer día de clase, hemos visto, un año más, vuestras caras
expectantes mientras buscabais, con avidez, vuestro nombre en una lista
que os confirmaría con qué compañeros y profesores tendríais que
compartir una parte importante de vuestras vidas durante todo un curso,
nada menos.
Os animamos a que emprendáis la tarea con ilusión y sin miedo al fracaso,
pensad que muchas cosas emocionantes están todavía por pasar: la
aventura acaba de comenzar.
Y para empezar con buen pie, un poco de poesía de la mano de Walt Whitman:
Carpe diem
¡Carpe Diem! Aprovecha el día,
No dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido un poco más feliz,
sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie
te quite el derecho de
expresarte que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario…
No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía
sí pueden cambiar el mundo…
Somos seres, humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y también es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en
protagonistas de nuestra propia historia…
Pero no dejes nunca de soñar,
porque solo a través de sus sueños
puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes…
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta el pánico que provoca tener
la vida por delante…
Vívela intensamente,
sin mediocridades.
Piensa que en ti está el futuro y en
enfrentar tu tarea con orgullo, impulso
y sin miedo.
Aprende de quienes pueden enseñarte…
No permitas que la vida
te pase por encima
sin que la vivas…
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