viernes, 16 de abril de 2010

Visita a la Orihuela de Miguel Hernández


El pasado miércoles, 14 de abril, Día de la República, los alumnos de 1º de Bachillerato fueron de excursión a Orihuela con la intención de conocer aquellos lugares de la ciudad más íntimamente relacionados con el poeta Miguel Hernández. Acompañados por Iván, un guía excepcional, visitaron la casa del poeta, el colegio de Santo Domingo y la Catedral de Orihuela.

Hubo alumnos que incluso se atrevieron a recitar algún poema delante de la famosa higuera situada en el patio de la casa de Miguel: Mariano Ibáñez leyó La palmera, Edgar Villena, El rayo que no cesa y Patricia Alcañiz, La canción del esposo soldado.

La visita forma parte de las actividades programadas para conmemorar el centenario del nacimiento del poeta cabrero de Orihuela.

Son muchos los motivos por los que debemos reivindicar la memoria de Miguel Hernández y Pablo Neruda ha sido uno de los que mejor lo ha expresado:

"Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!"

Pablo Neruda

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